TOP 5: las mejores Venus

MI PEQUEÑA SELECCIÓN

«Venus, esquiva en su rebozo, huye. 
Su alma por los espejos se diluye»

Gerardo Diego

Venus es el nombre que los romanos dieron a Afrodita, diosa de la belleza, la pasión y el amor. El nombre griego, Afrodita, procede de Αφρο, “espuma”, y simboliza «nacida de la espuma”. Para entender este significado haremos un pequeño repaso por el árbol genealógico de la diosa.

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Venus Beach – Trash Riot   /   Fuente: tumblr

De la unión de Gea – la Tierra- y Urano nacieron los titanes, entre ellos Cronos. Urano, que odiaba a sus hijos, quiso devolverlos a las entrañas de la Tierra. Gea, indignada, se alió con su hijo menor, Cronos, para mutilar los genitales a Urano y arrojarlos al mar. De esos genitales surgió una espuma fina y de ella Afrodita, ya adulta, dentro de una concha. Empujada por Céfiro, dios de los vientos, y Aura, diosa de la brisa, llegó hasta las costas de Citera dónde fue recogida por primavera, una de las diosas de las Estaciones, quien cubrió su cuerpo desnudo con un manto.

1.- El nacimiento de Venus – Sandro Botticelli (1482-1485)

Esta obra de arte italiana es una de las más conocidas y apreciadas, representa el momento en el que la belleza llega al mundo empujada por el soplo unos dioses alados. La figura femenina que la espera a la derecha con un manto rojo es la primavera; en el centro, Venus, diosa del amor nacida de una concha, y al otro lado los dioses del viento y la brisa. La obra se encuentra en la Galería Uffizi de Florencia (Italia).

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El nacimiento de Veuns – Sandro Botticelli    /    Fuente: Galería de los Uffizi

2.- Venus del espejo – Diego Velázquez 

La obra representa a la diosa Venus tumbada lánguidamente sobre la cama mirando a un espejo que sostiene el dios del amor sensual, su hijo Cupido. Este desnudo de espalda por excelencia fue atacado, el 10 de marzo de 1914, con un hacha corta por Mary Richardson, una sufragista militante británica de origen canadiense. Richardson dejó siete cortes en la pintura, causando daños en la zona entre los hombros de la figura de la diosa Venus, afortunadamente todos fueron reparados con éxito.

Venus en el espejo
Venus del espejo – Diego Velázquez    /    Fuente: Museo Nacional del Prado

3.- El nacimiento de Venus – William Adolph Bouguereau (1879)

Esta composición recoge el nacimiento de Venus rodeada por tritones, néridas y puttis (figuras típicas que ornamentaban las escenas clásicas del Renacimiento, representadas como niños desnudos alados). Bouguereau consigue con gran maestría reflejar la textura de la piel, el efecto de luz sobre esta, el sugerente contraposto… todo ello con el fin de ensalzar la belleza y poder de seducción femenino de la diosa griega.

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El nacimiento de Venus – William A. Bouguereau / Fuente: Google imágenes

4.- Venus de Urbino – Tiziano (1538)

La obra fue un regalo del Duque de Urbino, Guidobaldo II della Rovere, hacia su joven  y querida esposa. La composición representa una hermosa alegoría al matrimonio, y podría ser considerada como un ideal o modelo «didáctico» de erotismo, fidelidad y maternidad de la época.

Venus de Urbino
Venus de uribino – Tiziano    /    Fuente: Galería de los Uffizi

La diferencia más notable que encontramos con las Venus típicas en esta obra de Tiziano, es que la figura femenina del cuadro aparece en una posición de conciencia y orgullo hacia su belleza y desnudez. La mirada de la joven no produce en el espectador una sensación de distanciamiento, sino que observa de un modo dulce y cómplice a quien la contempla.

5.- La Venus de los Trapos – Michelangelo Pisoleto (1967-1974)

El italiano, uno de los fundadores de Arte Povera (arte pobre) en los sesenta, repartió por el Museo del Louvre de París más de veinte obras creadas a base de objetos cotidianos y espejos que encierran una crítica al consumismo. Entre ellas destaca esta estatua clásica de la diosa griega del amor, la cual se adentra en una cueva de trapos viejos efímeros. De esta peculiar forma el artista quiso reivindicar el consumismo del sector textil, a través de lo que podríamos considerar un guiño al mito platónico de la caverna. Además de esta figura en yeso, podemos encontrar, otras que recogen la misma escena, pero en dorado y negro.

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La Venus de los trapos – Michelangelo Pisoleto    /    Fuente: Google imágenes

Según el artista «representa la permanencia de la historia y, al mismo tiempo, el cambio cotidiano. La inmutable belleza marmórea de la Venus recuerda a la antigüedad, mientras que los trapos evocan el proceso de transformación, el de las modas que pasan y la degradación de la materia: resultan de un sistema consumista».

Fuentes consultadas:

Agencia Efe, (2013). Michelangelo Pisoleto, un provocador con carta blanca en el Louvre. ABC: cultura. 

Recurso en linea recuperado de Galería Uffizi.